Los doce apóstoles
OMAR JIMÉNEZ CAMARENO
El término apóstol viene del griego Απόστολος, que significa: enviados. La Biblia dice que entre todos sus discípulos Jesús escogió a DOCE y los envió a predicar que el Reino de Dios había llegado a la tierra, es decir que los apóstoles fueron escogidos y enviados para propagar la noticia de que Jesús era el Mesías, el Hijo de Dios, enviado a salvar al mundo.
Elección de un magistrado. En la sesión del plenario de nuestra Asamblea Legislativa del pasado miércoles 4 de diciembre, en la elección de un Magistrado, DOCE diputados conformaron un nuevo grupo de apóstoles, solo que a estos DOCE no los envió Jesús, sino que, según dice la prensa, los envió Nixon.
Meras coincidencias. No, no estamos hablando de Richard Nixon, expresidente de los Estados Unidos, quien en 1974 debió renunciar a la Presidencia por haberse descubierto su participación en el llamado "escándalo Watergate", el cual mostraba una serie de actos clandestinos (maniobras realizadas en forma oculta, secreta) para abusar del poder. Richard Nixon falleció en1994. Aunque por lo del secretismo, el "escándalo Baglia" que estalló el miércoles 4 de diciembre en nuestra Asamblea Legislativa se parezca al llamado "escándalo Watergate."
Tampoco estamos hablando del Nixon que nos permite sentarnos en las nubes, aunque también este caso coincida con la decisión de la diputada Nidia Céspedes, la de ("así dice el Himno de Costa Rica y lo voy a cantar"), de volverse a sentar en las nubes, digo en su curul. Esta vez estamos hablando del Alcalde de San Ramón, quien, según la prensa y el diputado Pedro Muñoz (jefe de fracción del PUSC), fue el que tejió toda la trama para escoger y enviar a los nuevos DOCE APÓSTOLES, esta vez, no ha anunciar la llegada de Cristo, sino a promover el nombramiento del juez ramonense, Gregorio Baglia, como Magistrado de la Sala III de la Corte Suprema de Justicia, a pesar de que éste no postuló su nombre para ese cargo.
Cartas leídas. Volviendo a la Biblia, Pablo dice que los cristianos deben ser como cartas leídas, es decir, que su vida y sus actos deben ser abiertos para que todas las personas los conozcan y esos actos den testimonio de su rectitud. Pero los DOCE APÓSTOLES, del caso Baglia, a pesar de que entre ellos aparentemente hay seis legisladores neopentecostales, no son cartas leídas, sino votos secretos.
Primeros nombres. La prensa y el diputado Pedro Muñoz han empezado a develar quiénes aparentemente serían los DOCE. En la sesión del plenario legislativo del jueves 5 de diciembre, el diputado Muñoz, jefe de fracción del PUSC, nos informa que entre los DOCE están: tres diputados de su fracción, uno es el diputado Erwen Masis, y de los otros dos, dice el diputado Muñoz, no está autorizado a dar los nombres; tres del PLN, Daniel Ulate, exasesor del alcalde Nixon en la Municipalidad de San Ramón, Roberto Thompson y María José Corrales.
Llama la atención que don Pedro sí estuviera autorizado para revelar el nombre de los tres diputados del PLN, pero de los tres de su propia fracción solo estuviera autorizado para revelar al diputado Masis y no a los otros dos. Los otros seis aparentemente serían de los que se autodenominan del Bloque de Nueva República, de los cuales, por ahora, sólo se menciona al diputado ramonense Ignacio Aguilar.
La negación. Continúan las coincidencias: los DOCE originales, cuando Jesús fue arrestado en Getsemaní (huerto de los olivos), huyeron, se ocultaron, horas después, antes de que cantara el gallo, Pedro, no el diputado Muñoz, sino el Apóstol Pedro, negó a Jesús. Los DOCE de Cuesta de Moras también se ocultan, aparentemente salvo el diputado Masis, los demás niegan a Baglia, niegan haber votado por él. Tal parece que en el sistema de cómputo de la Asamblea Legislativa un fantasma cambió los votos y, sin que hayan diputados que votaran por Baglia, le asignó al Juez de San Ramón DOCE APÓSTOLES, digo doce votos.
¿Qué hay detrás de la votación de los nuevos apóstoles? ¿Por qué DOCE diputados votaron en secreto para elegir como Magistrado de la Sala Penal a un Juez que no se postuló para ese puesto? ¿Qué interés tienen en común estos doce diputados en este nombramiento, qué o quién los unió? ¿Qué interés podría tener el Alcalde de San Ramón, si es que fuera cierto que él está detrás de los DOCE, en que se elija al Juez Baglia cómo Magistrado en la Sala Penal? ¿Quiénes realmente son los DOCE que votaron por el candidato sorpresa? ¿Por qué se esconden, qué intereses inconfesables hay detrás de todo esto?
Deber de transparencia. Los diputados son nuestros representantes, tienen la obligación de rendirnos cuentas claras. Nosotros, todos los ciudadanos, tenemos derecho de saber quiénes son los doce diputados que votaron por el candidato sorpresa, tenemos derecho de saber por qué votaron por él. Los jefes de fracción del PUSC, del PLN y del bloque de Nueva República, tienen la obligación de decirle al país cuáles fueron sus diputados que, en secreto, votaron por el Juez Baglia. Debe nombrarse una Comisión Legislativa que investigue qué hay detrás de todo esto, que llame a cuentas a los DOCE, al Juez Baglia y al Alcalde de San Ramón, esta triquiñuela legislativa no debe quedar oculta en la oscuridad del secretismo.
Voto público. Lo ocurrido en la sesión del miércoles 4 de diciembre es realmente grave. La Sala III de la Corte Suprema de Justicia es la última instancia en asuntos penales, conoce de casos relacionados con crimen organizado, con narcotráfico y lavado de dinero, podría tener que resolver asuntos penales de diputados y de alcaldes.
La maniobra perpetrada para elegir como Magistrado a alguien que no se postuló para dicho puesto, burlando todo el procedimiento realizado por la Comisión de Nombramientos de la Asamblea Legislativa, se realizó al amparo del voto secreto. Lo ocurrido en este proceso de elección es prueba absoluta de que el nombramiento de los Magistrados debe realizarse por medio de votación pública.
OMAR JIMÉNEZ CAMARENO
Abogado