Las verdades sobre el plástico

ALBERTO QUESADA ROJAS

Investigaciones pioneras, a principio de la década de 1960, documentaron las primeras tortugas ingiriendo bolsas plásticas, así como deshechos plásticos bloqueando los estómagos de aves marinas en Nueva Zelanda, Canadá y el Atlántico Norte. Para 1973 diversos estudios revelaron cantidades significativas de desechos plásticos acumulandose en los océanos; y encontraron que los desechos plásticos adsorbían otros contaminantes, haciéndolos aún más peligrosos. Actualmente muchos seres vivos en todo el mundo mueren diariamente por causa de los desechos plásticos.  Desde la profundidad de los océanos hasta el pico más alto de la tierra es posible encontrar desechos plásticos ¿Cómo llegamos a este punto?

Por décadas hemos manejado el problema de la contaminación por plásticos desde tres perspectivas incorrectas. 

  1. -La contaminación se debe a la incapacidad de los consumidores y las autoridades para disponer los plásticos de forma adecuada;

  2.  El reciclaje de los plásticos detendrá esta contaminación y más recientemente,

  3. Los llamados bioplásticos vienen a solucionar el problema.

 Ninguna de estas afirmaciones es cierta.

La naturaleza no biodegradable del plástico, que convirtió este material en una oportunidad de negocio para las industrias petroquímicas ha sido, al mismo tiempo, la responsable del grave problema ambiental que vivimos. El impacto negativo del nuevo material en los ecosistemas marinos y costeros, era conocido por las principales compañías productoras de plástico, desde hace décadas.  
 La Primera Conferencia sobre Desechos de Empaques realizada en 1969, en la Universidad de California, contó con la participación de empresas como Dow, DuPont, Mobil, American Oil Company (AMOCO), Chevron, La Sociedad de la Industria del Plástico, Procter & Gamble; todas productoras de plásticos. Esta conferencia concluyó que:

la estructura molecular que ha hecho el plástico tan popular es, a la vez, el principal problema para su eliminación. Además, reconoció que los vertederos y los rellenos sanitarios eran soluciones temporales: el problema simplemente se traslada de un lugar a otro. El plástico no era -ni es- biodegradable. También señaló, que los multimateriales conformados por varios plásticos, podrían generar grandes beneficios económicos, aunque eran difíciles o casi imposibles de reciclar. Sin embargo, cada botella retornable desplazada del mercado significaba la venta de 20 botellas de plástico de un solo uso. Para 1978, Coca Cola adoptó su primera botella de plástico desechable. Este cambio resultó de los beneficios económicos que le generaba a la industria y no de la demanda de los consumidores por un nuevo producto.  

Desde 1971, la industria del plástico creó y financió la organización “Keep America Beautiful” con el objetivo de hacer difundir en la ciudadanía la consigna: “La gente comenzó la contaminación, la gente puede detenerla”.  Desde la década de los 70s, se responzabilizó al consumidor de la contaminación por los desechos plásticos; lo que distrajo la atención de las verdaderas causas del problema de la contaminación por plásticos: su composición molecular, la promoción de su uso desechable y la dificultad para reciclarlos.

Luego de 60 años de enfocar el problema  de la misma forma, el resultado al día de hoy es contundente: el 91% de todos los plásticos producidos por la humanidad no se han logrado reciclar, la gran mayoría de estos han acabado en los océanos.

Aceptar las verdades sobre el plástico nos debe impulsar a buscar esquemas de consumo y uso sostenibles, que prioricen la utilización de materiales renovables, biodegradables, reutilizables y no desechables.

ALBERTO QUESADA ROJAS

Asesor de Incidencia Política

Fundación Mar Viva