La cosa está que arde

JOSÉ CALVO

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“Campesino, campesino, campesino de la unión… que nosotros somos muchos, y uno sólo es el patrón.  Campesino, campesino, campesino  de la unión, qué bonitas tierras tienes, ¡lástima que sean del amo!…, que nosotros somos muchos, y uno solo es el patrón”.

En el  Ecuador  está la cosa que arde. Se han despertado, y  se han dado cuenta de que en realidad son muchos. Es cuestión de tiempo para que también se despierten sus hermanos en Perú y los aymara de Bolivia, y los negros americanos, que ya tienen un ojo abierto en el Brasil de Bolsonaro, que está por la varilla, el expediente da derecha. En Chile la cosa está que arde; cómo  estará en Bolivia si la OEA interfiere con las elecciones.

Y en Chile la casa ardiendo. Dicen que fue por pasajes de metro, pero fue por todo. Desde los pasajes de metro, hasta la beca para estudiar, es por el neoliberalismo, que ahora no pagará nadie. Por el neolibralismo. Se fue al carajo todo el sistema neoliberal, del que todos estábamos tan orgullosos: en Chile enfermarse un pobre era morirse porque cada cual pagaba diferente; según su capacidad.

Es cuestión de tiempo para que contagien los negros y los mulatos de Brasil se rebelen y  manden para la casa a Bolsonaro, que hasta ahora se los ha echado a la bolsa. Eso sí que sería un contagio que pondría  a América Latina en el mapa de la  lucha contra el neoliberalismo mundial.

¿En qué situación queda Bolsonaro, o para el caso cualquier presidente iberoamericano, para subir taifas o vender empresas nacionales? 

En la pacífica Costa Rica la protesta es contra un regente universitario que parece neoliberal, pero habrá que esperar a que venga un economista del Banco Mundial de ministro de  Hacienda para ver si sigue de neoliberal, o se cambia, porque de otra manera no habría llegado a ser ministro. 

José Calvo

Agrónomo