El lado amargo de la dulzura: a propósito de la piña costarricense MD-2 de exportación

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Como bien se sabe, desde el 2007, Costa Rica domina el mercado mundial de la piña, gracias a la variedad MD-2 (más conocida como “Sweet Gold” o “Golden”). Su pronunciada dulzura al paladar, su forma perfecta en anaqueles y góndolas en Europa o Estados Unidos  varias semanas después de haber sido cosechada en Costa Rica, la persistencia del intenso color amarillo de su pulpa,  son tan solo algunos de los aspectos que explican este éxito mundial (y el que se publicite como un verdadero “orgullo nacional”).

El apetito despertado y la voracidad de algunos pareciera no tener freno alguno: en esta  nota en francés  , del año 2016, sobre el mercado mundial de la piña, titulada «Marché mondial de l’ananas frais«, el autor señalaba que:

«L’offre est quasi monovariétale : le MD-2. Une origine, le Costa Rica, alimente 87 % de la consommation de l’UE et 82 % de celle des États-Unis, les deux principaux marchés ».

 Los efectos menos publicitados de la piña costarricense

Lo que poco a poco se empieza también a aclarar al consumidor (en particular el europeo, mucho más crítico y exigente que el norteamericano), es que detrás de este rotundo éxito en el mercado mundial de la fruta fresca, las comunidades rurales costarricenses no se ven mayormente beneficiadas por el auge de la piña, sufriendo directamente los embates de una expansión descontrolada que el mismo Estado ha favorecido. Es el mismo Estado el que debe compensar (por ejemplo con camiones cisternas con agua potable, reconstrucción de acueductos, de caminos rurales, sin hablar de la atención médica a poblaciones afectadas) los diversos daños ocasionados por la MD-2.

Extremadamente generoso, este mismo Estado pareciera haberse desinteresado de la aplicación del principio “quien contamina paga”  cuando de piña se trata, al no haber presentado a la fecha ninguna acción penal o civil contra los responsables de empresas piñeras causantes de los más diversos daños. Más bien, la “Sweet Gold” ha dado lugar a cierta originalidad por parte de algunos jerarcas en materia de salud: muchos guardan aún en mente la propuesta , bastante insólita, apoyada desde el mismo Ministerio de Salud en el 2008, tendiente a legalizar en Costa Rica pequeñas cantidades de Diurón y de Bromacil en el agua para consumo humano (Nota 1).

 Una prensa internacional cada vez más curiosa

Impacto en suelos, fuentes de agua contaminadas, escolares y profesores de escuelas respirando pesticidas regados a pocos metros de sus centros educativos, sustancias químicas usadas en Costa Rica a gran escala pese a su prohibición en otras latitudes, universidades públicas advirtiendo sobre la falta de capacidad del Estado en materia de fiscalización, son tan solo algunos de los aspectos que se mencionan en estos reportajes difundidos en Alemania, Francia o Reino Unido (Nota 2). 

El último informe del Estado de la Nación (2019) viene ahora a hacer ver algo que las autoridades al parecer desconocían: la piña se está introduciendo en parques nacionales, sin que ninguna alerta haya provenido de entes públicos a cargo de su protección y resguardo resguardo (véase informe del 2019 titulado “La Piña en Costa Rica: ubicando conflictos ambientales en Áreas Silvestre Protegidas y Ecosistemas de Humedal”). En una época en la que las fotos salelitales son parte de las herramientas del Estado para vigilar lo que ocurre en ciertas zonas, resulta un tanto sorprendente que ningún funcionario público haya tenido acceso a fotos a las que sí tuvo acceso el Estado de la Nación.

Ello sin hablar del problema de la proliferación de la mosca de establo provocada por el mal manejo de los rastrojos de la piña, y que arrasa con el ganado vacuno circundante, sumiendo en dificultades mayores a familias campesinas y a pequeños ganaderos; así como del sistema de explotación laboral de mano de obra nicaragüense en situación irregular, esporádicamente objeto de algún reportaje en Costa Rica (Nota 3), y que en cambio ha interesado desde muchos años a varias ONG internacionales en materia de comercio justo y sostenible, incluyendo una de las de mayor renombre como Oxfam (Nota 4 ).

Un importante medio digital costarricense ofreció recientemente a una joven profesional (Nota 5) el espacio para dictar una verdadera cátedra de periodismo de investigación sobre la piña para las demás salas de redacción de medios en Costa Rica: las cuales, por alguna extraña razón, se mantienen inmutadas con relación a los efectos negativos de la expansión piñera.

 A modo de conclusión

Durante la última contienda electoral vivida por Costa Rica en el 2018, el Dr. Allan Astorga, ex Secretario General de la SETENA y connotado especialista en evaluación ambiental, escribió con relación a la piña:

El censo agropecuario del 2015 del MAG indicando la existencia de 37.200 hectáreas de piña debe contraponerse a un estudio reciente con fotos satelitales en las que ascienden a más de 58.000: una diferencia que hace ver el poco control y fiscalización del Estado, y el alcance de un monocultivo implantado con fuerza a partir del 2007 y que debe ser considerado como una verdadera vergüenza social y ambiental“(Nota 6).

Nótese que esta aseveración no fue objeto de ninguna rectificación o derecho de respuesta desde su publicación en Costa Rica. Algunos sitios recurren a esta misma expansión piñera para evidenciar algo que está poniendo seriamente en entredicho la imagen internacional de Costa Rica en foros multilaterales: su doble discurso en materia ambiental (Nota 7).


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Nota 1: Véase al respecto CUADRADO Gabriela, “Legalización de la contaminación de aguas para consumo humano (caso del diurón y el bromacil)”, Revista Ambientico 2008, (Número 177), pp. 11-12, en el que se lee que: «El borrador de decreto ejecutivo que pretende legalizar la intrusión de Diurón en el agua para consumo humano tolera cantidades de hasta de 1,05 um/l; y la propuesta de decreto ejecutivo que quiere hacer lo mismo con el Bromacil tolera hasta 5 ug/l en agua para consumo humano y todavía aumenta, vía transitorio, la cantidad del herbicida hasta 10 um/l en el primer año después de publicado el decreto«. Artículo completo disponible en  este enlace.

 Nota 2: Remitimos a nuestros estimables lectores, a modo de muestra para el año en curso, al reportaje difundido en Alemania en julio del 2019 de la televisora alemana SWR titulado “Billige Ananas auf Kosten der Plantagen-Arbeiter” (véase  enlace ), así como al reportaje proyectado en Francia por France2 en junio del 2019, titulado «Costa Rica : le commerce juteux de l’ananas«, disponible en este  enlace ; y a la emisiónCarta sobre la Mesa” de Russia Today titulada “Costa Rica: la piña de la discordia”, difundida en enero del 2019.  A finales del 2018, la piña costarricense fue seleccionada por la BBC entre los cinco productos de consumo masivo más dañinos para el ambiente (véase  nota  de la BBC titulada «Five products you didn’t know were harming the environment«, Suplemento Science & Environment, edición del 2.11.2018).  En Alemania, otro reportaje titulado «Costa Rica: el precio de la piña | DW Documental»), disponible en este  enlace (en español) reveló en el 2018 cuán hacendoso puede resultar un Ministro de Agricultura  en Costa Rica semanas antes de que se difunda un documental crítico europeo (minuto 16:06 en adelante). Como se recordará, en octubre del 2010, un artículo publicado en The Guardian titulado "Bitter fruit: The truth about supermarket pineapple" ya advertía al consumidor británico sobre aspectos pasados por alto por las autoridades y por el sector productivo costarricense, desde la perspectiva laboral esta vez.

 Nota 3: Véase por ejemplo en el DiarioExtra, “C.R. cultiva piñas con peones esclavos. En país que pregona respeto a derechos humanos”, Edición del 21.10.2019, disponible en este enlace .

 Nota 4: Véase informe realizado para Oxfam de mayo del 2016 titulado “Condiciones de producción, impactos humanos y ambientales en el sector piña en Costa Rica”. Durante su segunda estadía en Costa Rica en el 2016, se pudo leer por parte de los mismos investigadores de Oxfam su asombro ante la ausencia de cambios para remediar los problemas detectados años atrás: "Nos impresiona mucho ver que desde la primera investigación que hicimos hace ocho años, casi no han cambiado las cosas. Igualmente, en marzo vinimos a hacer una segunda indagación y todo sigue igual: problemas de salud como cáncer y enfermedades de la piel, contaminación de acuíferos y faltas a las garantías laborales de las personas que trabajan en estas fincas" (véase artículo de DiarioExtra titulado "Alemanes denuncian malas prácticas en piñeras ticas. Advierten a consumidores sobre hallazgos", del 25.10.2016, disponible en este  enlace ). Los gráficos sobre la baja del volumen de piña exportada por Costa Rica a Alemania disponibles en este  artículo de CRHoy del año 2016 evidencian que el auge de la piña tan publicitado en Costa Rica no es tan sostenido en el caso alemán.

 Nota 5: Véase SÁNCHEZ Beatriz, “Deuda piñera: Costa Rica continúa sin medir impacto en la salud de las comunidades contaminadas”, publicado en el medio digital Delfino.cr, edición del 21.11.2019, disponible  aquí  .

 Nota 6: Se trata del artículo publicado en Pagina Abierta (Diario Extra) y en el sitio de Hablando Claro (Radio Columbia) el 24/10/2017, ASTORGA Allan, “Candidatos y ambiente: ¿Cuándo se va a hablar en serio?“ (véase  texto completo  del artículo).

 Nota 7: Véase por ejemplo el reciente artículo de opinión editado en varios idiomas  MAROT Cristelle, “Costa Rica’s green paradox”, publicado en Equal Times, edición del 4/11/2019, disponible aquí.

NICOLÁS BOEGLIN

nboeglin@gmail.com