El colapso del Arte en época de pandemia

Amargos antecedentes

Prácticamente el mundo del Arte cambió drásticamente en marzo 2020, de un día al otro. La pandemia no solo ha golpeado todos los eslabones de la cadena de valor, sino todas las expresiones culturales, desde las más pequeñas e informales hasta las más sofisticadas y estables. En todo el mundo los museos, galerías y otras instituciones culturales están cerrados, voluntariamente o por mandato del gobierno de manera indefinida, cancelándose o posponiéndose exposiciones, eventos, espectáculos, producciones de teatro y festivales de arte entre otros. En respuesta, y para los que han sido posibles, se han realizado enormes esfuerzos para proporcionar servicios alternativos a través de plataformas digitales, luchando por preservar la conciencia de que esto solo constituye un punto y seguido. La triste realidad es que muchas personas del sector han perdido, temporal o permanentemente, sus contratos y empleos, sometidos a diversos grados de financiación. Igualmente, el estímulo financiero de los gobiernos y las organizaciones benéficas para artistas y creadores, van a suponer apoyos muy diferentes según el sector y el país.

Al mes de mayo, la mayoría de las organizaciones culturales del mundo continúan igual, a excepción de algunos países asiáticos que reabrieron paulatinamente en el mes de marzo bajo la modalidad de reservación en línea. Próximamente, quizás a partir del mes de junio también se les unirán algunos países de Europa bajo las mismas reglas de reservación en línea y con las condiciones del 30% de aforo.

Entretanto en todo el Continente Americano las fechas de reapertura, así como las expectativas sobre cuándo la organización cultural podrá “volver a la normalidad” siguen siendo ambivalentes y/o desconocidas.

Los datos de la encuesta de marzo en los EE.UU indican que, una vez se permita la reapertura de los museos, la métrica pública de “intención de visitar” actividades culturales no debería cambiar respecto a fechas anteriores a la pandemia, si bien con una preferencia distinta en cuanto al tipo de actividad. Los datos coligen que habría una menor disposición para asistir a actividades en lugares confinados, o en áreas destinadas a grandes grupos inmóviles (como cines) y actividades físicas (tocar); aumentaría, en cambio, el interés por propuestas al aire libre o en espacios abiertos. Prevalecerá la salubridad ante la economía, mientras se equilibre el sistema.

Con, al menos, varias semanas de cierre de sus edificios y zonas de acceso público, muchas organizaciones del sector cultural y artistas individuales han optado por desarrollar actividades digitales como una forma de continuar cumpliendo con su misión organizacional y para obtener o retener así a sus audiencias. Por ejemplo, la BBC lanzó un “festival virtual de las artes” llamado “Cultura en cuarentena”.

El Antes y el Después en los museos

Antes, teníamos las macro exposiciones con cientos de miles de visitantes, éstas pueden considerarse ya cosa del pasado. El después, a corto y medio plazo los ingresos se verán seriamente mermados por la reducción de aforos que imponen las medidas de prevención y la drástica caída del turismo, al menos por un largo tiempo.

Pérdidas económicas por los cierres decretados a partir de marzo 2020

Por el momento las pérdidas económicas mundiales de los museos para este año 2020 son inestimables, sin embargo es claro que superarán miles de millones de dólares considerando el porcentaje de visitas. Los principales museos del mundo registraron durante el año 2018 un total de 108 millones de visitantes. Según el informe anual “Theme Index and Museum Index 2018” publicado por Themed Entertainment Association (TEA) y AECOM. La tendencia para el 2019 puede tener una aproximación en la misma correspondencia 2017-2018 de 0.1 a 0.2% (aún no ha salido publicado en línea el documento del 2019). Ya sabemos con anticipación la abrupta caída para este 2020.

Iniciativas

Se han visto obligados a reinventar el modo de sacar digitalmente adelante un tipo de infraestructura cultural, que en su médula promueve la experiencia física y el contacto directo con la obra de arte para evitar el colapso.

Los museos están ahora aprendiendo modos de hacer y de pensar su tarea, que les podrán ayudar y mucho en el incierto futuro que les espera.

Esta pandemia ha socavado sus bases y se han tenido que dar a la tarea de reevaluar y hacer un replanteamiento sobre si lo que hacen y ofrecen -los museos- es un bien de primera necesidad o solo un producto más para el ocio y el turismo propios de sociedades opulentas.

A largo plazo, habrá que afrontar con ingenio y con ideas nuevas las graves consecuencias económicas y laborales que dicha situación está generando.

También se resentirán de esta pandemia cientos de instituciones medianas y pequeñas, más allá de los pocos grandes museos públicos, que son robustos por sus presupuestos y sus colecciones.

Así que para no caer en el pozo de la mediocridad, los museos tendrán que demostrar capacidad para integrar en su identidad la ahora omnipresente transformación digital, y encontrar respuestas innovadoras, especialmente cuando los museos están vinculados de un modo constante con el turismo, deben tratar de atraer en primer instancia al turista local aproximadamente en el mes de julio-agosto, período más inmediato en que reabran las puertas y luego al visitante internacional que esta última se encuentra perdida hasta el mes de septiembre, siendo muy positiva.

Artistas Independientes, el caso de EEUU, Artists Relief y #CongressSaveCulture

La mediación y esfuerzos de las autoridades para el sector cultural y gremios artísticos golpeados por la pandemia.

Casi al unísono en el que se estaba informando acerca de los masivos cierres de los museos más reconocidos del mundo, paralelamente se anunciaban cifras inimaginables de despidos en el mundo artístico, es así que mediante un comunicado el Presidente y CEO del MET, Daniel Weiss, señaló:

"El MET y las organizaciones de Arte (el subrayado no es parte del original) en todo el país están afrontando retos financieros sin precedentes debido a los efectos del coronavirus en nuestro sector y en la economía en general".

El MET lanzó una campaña para que se incluya una partida de "alivio financiero" para las organizaciones culturales, dentro del paquete de cuatro billones de dólares de ayudas que discute el Congreso Federal.

"Somos conscientes de que nuestro museo es más grande y más estable que otras miles de pequeñas instituciones que constituyen el alma de nuestro panorama cultural y que juntas empleamos a 725.000 personas", asegura el D. Weiss.

Con respecto al MET Opera (La Ópera Metropolitana de Nueva York) el 20 de marzo no sólo canceló el resto de la temporada 2020, sino que se vio en la necesidad de despedir a todos los intérpretes de orquesta de la ópera, cantantes de coro y actores de teatro. Todo esto debido a que el Gerente General del MET Opera, Peter Gelb, invocó la cláusula de “fuerza mayor” en los contratos de los miembros de la unión. Esta cláusula permite cambiar el contrato de los trabajadores debido a circunstancias no previstas o incontrolables. Aunado a esto, días antes el MET indicó que no pagaría a los cantantes solistas cuyas presentaciones fueron canceladas. Es claro que recibirán el apoyo gubernamental por desempleo, en el entretanto sus contratos se encuentren en suspensión.

La campaña se lanzó en las redes el 24 de marzo bajo la etiqueta #CongressSaveCulture (Congreso salva la cultura) para ello el MET ya está en contacto con líderes políticos así como con otras instituciones culturales, como lo es la Alianza Americana de Museos y la Asociación de Directores de Museos de Arte.

"Esperamos que te unas a nosotros y a un coro de voces en todo el país para recordar a nuestros líderes políticos por qué estas organizaciones culturales son críticas y por qué necesitamos un alivio (financiero) al igual que otras muchas industrias que están siendo tomadas en consideración", concluye la nota.

El Metropolitan Museum y el Metropolitan Opera no es un caso aislado, aunque por sus dimensiones es, de lejos, el más severo, tendrá una pérdida de más de 200 millones de dólares. El Museo Whitney de Arte Moderno, al mes de abril ha despedido a 76 empleados y según su director, Adam Weinberg, registrará pérdidas de 7 millones de dólares. El New Museum, también de arte contemporáneo, ha despedido a 48 de sus 150 trabajadores. El MoMA ha despedido a todos y cada uno de los 81 “freelances” de su departamento de educación y a 47 empleados fijos, sus pérdidas aún no han sido estimadas.

Todos esos casos son solo ejemplos con nombres famosos de cómo el coronavirus está diezmando al mundo cultural y artístico estadounidense. No es solo la ausencia de visitantes. Es, también, el hecho de que los museos invierten a través de vehículos de inversión en mercados financieros, propiedades inmobiliarias y todo tipo de activos y usan las plusvalías para financiar una parte de sus actividades. Con la economía hundiéndose, las finanzas de estas organizaciones están viniendo abajo. Su tercera forma para obtener recursos, que es el patrocinio, simplemente desaparecido.

Los datos de los grandes museos llegan acompañados de una cifra que revela que el C19 es el virus que mata no sólo al ser humano sino también a el Arte: el 62% de los artistas de Estados Unidos se han quedado sin trabajo. Son estimaciones realizadas por la organización Artists Relief (Alivio para los Artistas), un grupo constituido por siete organizaciones sin ánimo de lucro dedicadas a la protección, como Artadia, Creative Capital y la Fundación para el Arte Contemporáneo. Solo Artist Relief ha recibido 55.000 solicitudes de artistas pidiendo los 5.000 dólares que la organización está dando para mitigar las necesidades más inmediatas de los creadores.

Artist Relief se lanzó con una “donación de capital semilla” de 5 millones de dólares por la Fundación Andrew W. Mellon, a lo que respondió con una cantidad igual una larga lista de instancias semejantes como las fundaciones Andy Warhol para las Artes Visuales, Robert Rauschenberg y Willem de Kooning.

De acuerdo con un estudio publicado en 2019, existen 2.5 millones de artistas activos en Estados Unidos.

Para el 8 de abril se había logrado reunir 10 millones de dólares, suficiente para proporcionar a 100 artistas con becas de alivio por 5 mil dólares cada semana a partir de ahora y hasta septiembre. También se opera una lista de recursos para artistas y está en proceso de lanzar una encuesta sobre el impacto del Covid-19 en creadores, diseñada por el socio “Estadounidenses para las Artes”, a fin de identificar y atender mejor las necesidades de quienes se encuentren en plena creación. Se espera ampliar el apoyo a más, por medio de donaciones.

Esta nueva iniciativa reconoce que las personas que trabajan en la economía de las artes han sido golpeadas muy duro a raíz de la cancelación de actos y el cierre de espacios. Artistas, músicos e intérpretes, dependientes de presentaciones en vivo e interacciones cara a cara para su sustento, han perdido acceso a su fuente principal de ingresos.

La mayoría de los artistas, e intérpretes, por no decir ninguno, estaban preparados financieramente para una crisis como esta. Muchos están sufriendo pérdidas significativas por trabajos no remunerados después de invertir meses de preparación para cumplir con contratos que fueron cancelados junto con actividades y espacios cerrados. Ellos enfrentan una situación verdaderamente nefasta, con su subsistencia en riesgo ahora y para el futuro previsible.

Posiblemente este tipo de iniciativa, claramente desde y con una perspectiva razonable y proporcional, puede lograr crear conciencia en los gremios artísticos que se están viendo afectados seriamente en nuestro país. Quizás también sea una solución para el resto de los países de la región. Esto es un llamado no solo a la conciencia sino un llamado de atención, donde lejos de separarse o individualizar gremios deben asociarse y dejar uno que otro pecado capital de lado.

“El arte no reproduce lo visible. Lo hace visible.” – Paul Klee

MARIANNA KONSTANZA

mariannak@tigomail.cr